Queridos dinosaurios, no podréis con nosotros porque vais a morir primero.

Queridos dinosaurios, no podréis con nosotros porque vais a morir primero.

Tenéis el poder, en todos los ámbitos, y lo utilizáis para manteneros en vuestras poltronas apolilladas taponando a cualquier persona talentosa que sintáis como una amenaza para vuestra prevalencia.

Domináis desde vuestra atalaya (y desde vuestros yates) todos y cada uno de los estamentos, imponiendo órdenes, vetos, censuras, destituciones y destierros a fin de eliminar cualquier posibilidad de renovación, avance o cambio que haga temblar vuestros cimientos embarrados en la ciénaga de la mediocridad.

La mediocridad, en el poder, sólo sirve como tapón. No deja que salga nada bueno de nadie. Si alguien destaca en algún sector, desde la cultura pasando por la política y la crítica literaria o gastronómica, se le ningunea hasta que se avenga a ser uno más del rebaño de borregos que se dejan dominar con tal de recibir unas migajitas del pastel, una palmadita en la espalda, un premio de consolación.

Felipe-Gonzalez-Cebrian-Gasset-CamposEFE_EDIIMA20160509_0143_3
Ejemplos de dinosaurios del pleistoceno que siguen manejando los hilos desde todos los ámbitos. Fotos de EFE.

Pero tenéis un problema, dinosaurios. Somos unos cuantos los que nos negamos a entrar al redil y preferimos morir de inanición dignamente haciendo y diciendo lo que no os gusta ver ni oír, antes que pasar por vuestras ruedas de molino para ser considerados “alguien”.

¿Por vosotros, en serio? ¿Según vuestros obtusos criterios? ¿De verdad os creéis que los que tenemos el talento necesitamos vuestra aprobación o apoyo? Sería un desprestigio, aunque eso no os pueda caber en la cabeza cerrada a cal y canto a la diferencia y la novedad. No nos importa vuestra aceptación ni vuestra opinión de otra era glaciar. Detentáis el poder, pero no la razón.

Disfrutáis atizando con vuestro cetro, heredado a base de colegueos en comidas de puro y coñac en copa de balón, a los disidentes dentro de partidos políticos, empresas, organizaciones, industrias, medios de comunicación, etc. Especialmente si somos mujeres, que os dejaríamos a la altura del barro a poco que nos dejarais hablar, intervenir.

Pero no pasa nada, quienes que no pasamos por el aro de vuestro embudo estamos aquí como hormiguitas, demostrándonos a nosotros mismos y al que lo quiera apreciar lo que valemos. Y esperamos pacientemente a que a vuestra especie le vaya llegando la extinción. Porque, por fortuna, el poder no os salvará de la justicia universal de la Parca. Y cuando os relevemos, esperamos no ser tan inútiles e hijos de puta.

Deja un comentario